domingo, 10 de diciembre de 2017

Borraja


Borraja (Borrago officinalis)

La borraja es una planta que ocupa un buen lugar en la estima del apicultor, quien con frecuencia la cultiva con objeto de observar el trabajo de las abejas sobre las atractivas flores azul celestes.


Florece de Mayo a Septiembre, y no por unos días, sino por varios meses, ya que la floración es constante y unas flores reemplazan a otras, por lo que resulta muy interesante para el apicultor y sus abejas.
Se desenvuelve bien en alturas a nivel del mar y hasta 1800 metros, prefiriendo cuando crece silvestre, las cunetas, terrenos baldíos y taludes. Le gusta más estar al sol que a la sombra.
Sus hojas y flores son un ingrediente preferido para muchas bebidas, un par de hojas o tres  comunican un sabor refrescante parecido al del pepino, que ahora, a menudo, se emplea en lugar de la borraja. Las flores también se emplean para guarnecer o adornar ensaladas. 


La planta es de fácil y provechoso cultivo en la mayoría de los suelos; lo mejor es plantarla con separación de 40 a 60 centímetros, para así permitir su libre desarrolla.

La floración comienza a principios de verano y continúa hasta la llegada del tiempo frío y las plantas se queman por las escarchas. Con frecuencia se la cultiva meramente como ornamental, de la que existen variedades de flores rojo-violetas y blancas. Las de floración temprana deben de sembrarse sus semillas, en muchos lugares, en otoño.

Las flores colgantes o inclinadas de la borraja producen abundante néctar, y a veces en torno a ellas zumban las abejas y abejorros.

A causa de su posición generalmente invertida, el néctar se halla eficazmente protegido contra la lluvia, pareciéndose en este aspecto a las flores del frambueso. Cada flor presenta un cono negro central formado por las anteras y el néctar es segregado por el receptáculo, en la base del ovario, quedando recogido y oculto entre las bases de los estambres. 

Para obtener el néctar, la abeja se cuelga sencillamente bajo la flor e introduce su lengüeta entre los estambres y, al hacerlo así, su cuerpo queda espolvoreado de polen.

Podemos considerar como un caso raro la miel de borraja obtenida en estado de buena pureza, lo cual hace dudosas las descripciones que de ella se han dado.

Se dice que la miel es de un color ámbar claro, sabor suave en boca y que combina estupendamente bien con trozos de fruta y quesos suaves, otros dicen que es negra y no gusta mucho a los clientes.

Como norma general, las abejas acuden en gran número a la borraja durante todo el día, pero a veces la abandonan en gracia a otras plantas, como el tilo y el trébol blanco, cuando estas se hallan en flor y segregan bien.

El polen de la borraja es de un tono ligeramente gris azulado o casi blanco.

Bolitas de nieve

BOLAS DE NIEVE (Symphoricarpus albus)

Este arbusto norteamericano es muy común y con gran fiecuencia se ve en macizos y en setos, o bien en estado silvestre aparente pues se ha naturalizado de manera muy considerable. 

Forma matorrales espesos ya que crece y da muchos retoños, pero a pesar de ello es fácil distinguirlo de todos los demás arbustos por sus frutos de color blanco puro, de los cuales toma el nombre que se le da.

Entre junio y agosto hacen su aparición sus florecitas acampanilladas de color blanco rosado, que si no son ostentosas deben de segregar una buena cantidad de néctar durante todo el día, a juzgar por la forma en que atraen a las abejas, abejorros y avispas.

Nunca tiene muchas flores a la vez, pero el período de floración es largo y los insectos pueden trabajar en las flores durante todo el día; en veranos calurosos se ha visto al atardecer abejas que seguían trabajando hasta última hora.

Con objeto de mejorar las disponibilidades de las abejas en el mes de agosto, se recomienda sembrar este arbusto en donde hayan terrenos incultos y a propósito, pues una vez que ha arraigado no requiere cuidado alguno. Se refiere que en América las abejas la prefieren al trébol blanco y que con ella elaboran una excelente miel.

También otras especies de Symphoricarpus, a veces cultivadas por sus frutos ornamentales, se tienen por nectáreas de primera importancia.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Balsamina

BALSAMINA (Impatiens glandulifera )


Las balsaminas de jardín cultivadas que vegetan como plantas anuales resistentes y semisilvestres, son, la mayoría, de flor doble y no sirven a las abejas.

La que nos interesa es la balsamina del Himalaya, que se cultiva bastante en muchos lugares donde se ha aclimatado, y es una buena planta apícola.

Las flores de balsamina salen en septiembre y octubre y proporcionan néctar en un momento muy difícil, con esta generosa y tardía fuente de alimentos, las colmenas siguen estando fuertes.

La plata alcanza una altura entre 1 o 2 metros y tiene grandes flores rosadas o blancas con una amplia boca. 

Las abejas penetran en la flor, desapareciendo de la vista, y extraen el néctar del estrecho y curvado espolón de la flor; como este espolón sólo alcanza una longitud de unos 5 milímetros, todo el néctar es aprovechable por la abeja. Al entrar en la flor y al abandonarla, queda el dorso de la abeja espolvoreada de blanco con el polen contenido en las anteras abiertas de los estambres.

Las abejas aman las balsaminas y hacen una miel excelente a partir del copioso néctar que produce.

Tojo

Tojo - aliaga - aulaga (Ulex europaeus)

Las matas espinosas del tojo con sus conocidas flores amarillas cubren en algunas comarcas grandes extensiones de terreno. 

Crece en lugares áridos y arenosos, apareciendo a menudo con gran abundancia en tierras recién labradas. Está en flor, por lo general, durante casi todo el año, pero en el mes de abril es cuando se verifica la principal floración, viéndose entonces los arbustos cubiertos de flores doradas.

La flor de aulaga es, sin lugar a dudas, muy útil por su polen a los apicultores de muchas regiones. No ocurre lo mismo en cuanto a su cualidad como nectárea, aunque la opinión de observadores meticulosos es que, probablemente, segrega néctar en ciertas ocasiones. A pesar de todo, en el polen radica la principal importancia de la planta; lo produce en gran abundancia y es de color anaranjado brillante, que en los canastillos de las abejas aparece de un tono más intenso u obscuro. Su utilidad es manifiesta, sobre todo, al empezar la primavera. 

Las flores que empiezan a verse con abundancia muchos años ya en febrero, pueden ocupar así el lugar que los sauces y avellanos tienen en otras zonas. Las abejas cuando disponen de otras flores, generalmente abandonan la del tojo.

Una congénere suya, el tojo gateño (Ulex nanus) es también muy común. Se diferencia principalmente de la anterior en su hábito algo rastrero, su menor tamaño y flores también más pequeñas, casi la mitad que las de la aliaga corriente, las cuales resultan más fáciles al trabajo de las abejas.

domingo, 3 de diciembre de 2017

Aligustre

Aligustre - Alheña (Ligustrum vulgare)


Las flores del aligustre dan néctar en abundancia, que las abejas se aprestan a recoger, mas tienen como contra que da una miel de sabor fuerte, amarga y espesa y obscura, que estropea cualquier otra con la que se mezcle. 

Los setos muy crecidos o descuidados de aligustre, con una gran cantidad de flor, son bastante corrientes y están bien mirados por los apicultores urbanos, sobre todo porque proporcionan alimentos a las abejas en una época en que hay poco disponible.

Hay quien dice que se pueden ver como las abejas liban su néctar hasta emborracharse, ciegas de tanto dulzor. entonces, caen al suelo boca arriba y mueven sin cesar sus alas y patitas llenas de polen y muchas de ellas no logran recuperar el vuelo y mueren.

La alheña común (L. vulgare) se encuentra silvestre y es frecuente a veces en los terrenos calizos y cerca de los hayedos, floreciendo en mayo y junio. Como planta para setos ha sido sustituida en gran parte por la japonesa (L. ovalifolím), que conserva mejor sus hojas y es de floración algo más tardía, en agosto y septiembre, siempre que se la deje crecer y se recorte periódicamente.

Los ramos de flores blancas del aligustre tienen un aroma muy penetrante, que para la mayoría de las personas resulta más bien desagradable. El tubo floral es corto y no ofrece dificultad alguna a la abeja para que llegue y consiga el néctar. La secreción de éste durante la noche es tan copiosa que por la mañana las flores están llenas hasta su mitad.

Como arbustos de adorno también se cultivan otras alheñas; de éstas, una de las más bonitas es la alheña china (L. chinense), que, en junio y julio, da grandes masas plumosas de flores.

viernes, 1 de diciembre de 2017

Agastaque


AGASTAQUE Agastache anethiodora

Llamada también hisopo de anís, es una planta originaria de América del Norte, perteneciente a la familia de la menta.

A esta planta le gusta el suelo fresco y rico en humus, es de clima templado,, no es muy resistente, hasta -5 ° C.

Tiene unos racimos de bonitas flores color de malva y hojas verdes obscuras, florece de junio a septiembre.

Empleado por las tribus indias como planta para preparar bebidas y como condimento, de la misma forma que nosotros usamos la salvia.

Algunos de los primeros colonos mencionan buenos cosechas de miel de esta planta, miel que posee algo de la misma fragancia de aquélla. Es indudable que las flores, a causa de su néctar, resultan muy atractivas para las abejas y abejorros y, en América, ocupa un puesto destacado entre las plantas apícolas, poseyendo la ventaja de su prolongada época de floración, desde junio hasta que llegan los fríos.

Se conoce como “Planta de Miel”, produce copiosas cantidades de néctar. Las abejas tienen una atracción indiscutible por sus flores, da una miel excelente de un sabor anisado.

Como planta vivaz o perenne y de fácil cultivo y propagación, resulta de utilidad en el jardín o parque apícola.

Se conocen otras especies muy próximas y que son buenas plantas nectáreas, especialmente el Agastache urticifolia (hisopo gigante de California), que rinde cosechas de miel de color claro, sabor a menta y que granula con lentitud.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Almendro

ALMENDRO Prunus amigdalus

Las masas de flores rosadas que aparecen muy a principios de temporada son siempre una grata visión para el apicultor, que conoce el valor que para las abejas significa el disponer de néctar y polen frescos después de los largos meses invernales de encierro, aunque, en esta parte del año, mucho depende el que las abejas puedan volar de las condiciones atmosféricas y de la temperatura que se registre durante el día.
Por fortuna hay una gran diferencia entre el tiempo en que empiezan a florecer los distintos árboles de una misma plantación y esto prolonga el período o época total de floración, con lo cual las flores pueden resultar aprovechables durante unas tres semanas o un mes y, generalmente, hay siempre durante este tiempo unos cuantos días buenos o templados que permiten a las abejas visitar las flores. 
Algunos años la flor del almendro puede ser gravemente perjudicada por las heladas.
Los almendros empiezan a florecer generalmente de últimos de enero a mediados de febrero, dependiendo este momento de la variedad cultivada, aunque por las razones antes apuntadas en regiones frías, los de flor muy temprana resultan casi inútiles como melíferos. Los almendros del grupo de los amargos tienen en su mayor parte las flores más fuertemente coloradas que los almendros dulces, los cuales se cultivan por sus almendras; en éstos, por lo general, las flores son de un color rosado pálido o casi enteramente blancas.
Si el tiempo es convenientemente benigno y templado, la secreción nectárea de la flor del almendro es muy copiosa.
Esto se puede demostrar manteniendo toda la noche en una habitación templada un ramo florido con su extremo cortado dentro de agua y recubriendo el conjunto con una campana de vidrio o vaso, para conservar una atmósfera húmeda. Al día siguiente podrá verse la base o tálamo de la flor rezumando néctar, pues éste primero es segregado en pequeñas gotitas sobre la superficie interna, de color pardo, del receptáculo, gotas que van aumentando de tamaño y, si antes no las chupan las abejas u otros insectos, llegan a fundirse de tal forma que la base de la flor queda anegada en néctar.
Su polen es de color ocre oscuro
La miel es deliciosa y dulce, que recuerda por su sabor, a la almendra cruda, con un pequeño toque amargo. Su aroma es persistente y floral, y al igual que su sabor también recuerda al olor de la almendra cruda con una base de romero. 
El color de la miel dependerá de la zona en la que se recolecta, pero su tonalidad suele ir desde el amarillo claro hasta el blanco, siendo muy parecida por su tonalidad a la miel de Romero. Además, es una miel de cristalización lenta y en cristales muy fina.

domingo, 30 de abril de 2017

Nandina

Nandina Nnandina domestica

Llamado también bambú sagrado es originario de Asia
Es un arbusto resistente que tolera el frío y se puede mantener con temperaturas muy bajas durante tiempos prolongados. 
Arbusto de hoja perenne o semi-perenne, de forma redondeada, nunca alcanza o supera los 2 m. 
Vive bien tanto al sol como en lugares sombreados. 
Prefiere un suelo suelto, suave y bien drenado. 
Florecen desde mediados de la primavera hasta el final del verano. 
Las flores de Nandinas no son muy vistosas, pero ricas en polen y néctar.
Muy visitado por los insectos  polinizadores, sobre todo por los abejorros y las mariposas.
Las abejas hacen una especie de zumbido excitado en cada flor que visitan.

viernes, 28 de abril de 2017

Meliloto

Meliloto amarillo Melilotus officinalis

Meliloto blanco Melilotus albus

El melioto o trébol oloroso es planta muy conocida de casi todos los apicultores, pues ya su nombre (meli-lotus, flor de miel) nos indica su buena condición nectárea, que siempre atrae a las abejas y de la importancia que tiene en muchos sitios como productora de miel, cualidades desde tiempo inmemorial ya reconocidas.
El meliloto blanco y el de flor amarilla o meliloto común, están consideradas como plantas de igual valor apícola. 
Se encuentran silvestres, aunque también se cultivan como ornamentales en los jardines, o para forraje.
Son plantas bienales y no dan fruto hasta el segundo año. 
Su época de floración es bastante larga y empieza en el mes de junio y son muy ricas en néctar.
La miel procedente del meliloto es de buena calidad, y color claro, a menudo algo verdoso; es de densidad media y tiene un sabor fino y agradable que recuerda la vainilla. La granulación de esta miel se presenta más pronto que en la de trébol blanco.


jueves, 27 de abril de 2017

Achicoria

ACHICORIA Cichorium intybus

Se la encuentra frecuentemente a orillas de caminos, montes y como maleza de algunos cultivos, especialmente en terrenos ligeros y pedregosos.
En su momento pleno de floración puede ser considerada como de gran importancia para las abejas.
Sus flores estrelladas de color azul celeste, aparecen de junio en adelante.
Proporcionan néctar y polen, pudiéndose ver como se cierran al llegar la tarde.
Cuando se ha obtenido miel de ella, se describe como de un peculiar amarillo, algo verdoso, que conserva aún después de granular, y con un aroma que recuerda al de la achicoria fresca.

jueves, 20 de abril de 2017

Facelia

Facelia Phacelia tenacetifolia

Planta anual que goza de buena reputación, ya que segrega mucho néctar y sus flores de color azul rosado se ven muy a menudo llenas de abejas a todas horas del día. 
La planta prospera en casi cualquier terreno y alcanza una altura de unos sesenta centímetros, además su floración puede llegar a ser muy extensa si existe humedad suficiente en el suelo en los meses más secos,
Sembrada junto con meliloto da un buen pasto para la abejas en los principios de temporada, cuando todavía no ha empezado a florecer el meliloto.
En muchas zonas se pueden conseguir dos cosechas de flores de una misma parcela; la siembra de otoño florece en abril y mayo, mientras que la de junio proporciona alimento muy oportuno a las abejas en agosto.
El polen es de color azul pálido, pero en los cestillos de las obreras es de un tinte más obscuro, siendo sus granos de una forma de bizcocho, no esférica. 
La miel es de color algo verdoso y de sabor fino.

lunes, 17 de abril de 2017

Alfalfa

Alfalfa Medicago sativa

La alfalfa, planta parecida al trébol, y de su misma familia, es perenne y una vez ya arraigada proporciona varios cortes por temporada y dura una serie de años.
Muchas veces se corta antes de que hayan abierto las flores y cultivada de esta forma carece en absoluto de utilidad para la apicultura, aunque a veces, y a últimos de temporada, hay flores que las abejas aprovechan, pudiéndose así comprobar que son útiles proveedoras de néctar, sobre todo hacia los finales de veranos secos y calurosos.
Lo mejor sería que hubiese terrenos donde la alfalfa se deje para semilla.
En los bordes de los campos de alfalfa nacen de vez en cuando espontáneamente algunas matas que florecen libremente; sus flores violetas o azules no parece que llamen mucho la atención a las abejas hasta últimos de año, cuando empiezan a escasear las provisiones de néctar.
La miel de alfalfa aunque varía mucho según la localidad, en general, es de buena clase y se parece a la de trébol, es una miel clara, azucarada aunque es de sabor un poco más fuerte o pronunciado y tiene tendencia a cristaliza rápidamente en cristales blancos y finos.

Ailanto


Ailanto  Ailanthus altissima

También llamado árbol del cielo, es un gran y hermoso árbol de China, se trata de un árbol invasivo, de crecimiento muy rápido.
En julio o agosto da unos ramos terminales de florecillas blancas que las abejas visitan por su néctar. 
Las flores son de dos clases, masculinas y femeninas, de las cuales las primeras tienen un olor no muy agradable, bastante parecido al de la flor de saúco, un olor de gato, como algunos lo definen.
La miel recién obtenida, posee un regusto desagradable que recuerda el saúco, pero después que se ha conservado durante un cierto tiempo su sabor cambia y toma un agradable aroma de moscatel. 
Su color es verdoso obscuro y cristaliza en granos finos al cabo de unos tres meses.
Su miel no tiene buena reputación aunque está considerado como un buen productor de néctar, no obstante, parece que hay algunas dudas acerca de si en realidad produce una miel de mal sabor.

lunes, 3 de abril de 2017

Acebo

Acebo llex aquifolium

Es el acebo un árbol de los que siempre tienen hoja y abunda en los bosques.Es más frecuente verlo en forma arbustiva que no de árbol, si bien no es raro encontrar ejemplares de tronco corpulento.La floración se presenta de mayo a junio, pero sus flores blancas y de escaso aroma, en racimos que nacen en las axilas de las hojas, no son, ni mucho menos, ostentosas, tanto que para muchos pasan inadvertidas.
Segregan néctar generosamente, y así se ven favorecidas en gran manera por las abejas que lo pueden conseguir sin dificultad, de tal manera que en algunas montañas se puede conseguir miel morofloral.
El polen también es muy colectado, en pelotas de color amarillo claro.
Su floración dura relativamente poco, por lo general un par de semanas, o tres, y no siempre florecen con profusión.
El acebo tiene cosas raras, pues a veces un árbol florecerá bien por un lado, o en unas cuantas ramas y no en otras, o también pueden estar algunos árboles cargados de flores y otros, a poca distancia de los mismos, apenas si nunca tienen alguna flor.Se tiene al acebo como una planta muy adecuada para los setos en los colmenares, aunque uno de sus inconvenientes es la lentitud de su desarrollo.
Las flores de muchas variedades de acebo con hojas jaspeadas y de otras características que se ven en los jardines, probablemente son de idéntico valor, como nectáreas, que el acebo silvestre e igualmente atraen a las abejas.Algunas especies americanas que se cultivan en Europa, son buenas plantas nectáreas en su tierra originaria.

Arbol de las pagodas

Árbol de las pagodas Sophora japonica

La acacia del Japón o árbol de las pagodas también llamado por algunos árbol de la miel, es una hermosa planta de origen oriental, que como árbol de adorno se cultiva en muchas partes. 
A últimos de verano ostenta verdaderas masas de olorosas flores de color crema, que al caer todavía frescas alfombran literalmente el suelo. 
La floración que se produce en el mes de agosto y septiembre, dura un mes y en sus flores trabajan activamente las abejas con el néctar y polen, los cuales, indudablemente, constituyen para ellas un importante y útil alimento tardío. 
Durante la floración se ven los árboles llenos de abejas, de tal forma que su zumbido es audible a unos cuantos metros de distancia; las abejas revoloteaban incluso entre la alfombra de flores caídas.
Se dice que tarda en dar flor unos 30 años.
Dicen que en Hungría tienen por costumbre alejar sus colmenas de la vecindad de estos árboles al tiempo que florecen para evitar la mortalidad entre las abejas (quizá se deba a las condiciones climáticas). 
La miel obtenida en Francia de este árbol, se cita como poseedora de un sabor bien marcado.


martes, 28 de marzo de 2017

Epilobio

Epilobio Epilobium angustifolium

Es una buena planta para las abejas si los apicultores tienen la suerte de hallarse en zonas en que existen abundantes manchas de esta planta. 
Con sus espigas de grandes flores rosadas, que aparecen hacia julio, es una de las plantas del campo más visibles y bellas.
Las primeras flores en abrir son las inferiores de la espiga floral y cuando las de la cima están ya a punto de abrirse, en la parte inferior han madurado las vainas con las semillas, habiéndose formado otros tallos florales secundarios; esto es, en una misma planta pueden verse a un tiempo capullos, flores y semillas. 
Como tiene una larga época de floración es, por tanto, capaz de dar una prolongada secreción melífera cuando abunda lo suficiente.
La miel de epilobio o adelfilla de hojas estrechas es de un color muy pálido, a veces completamente incolora, y de buena densidad, pero sin ningún sabor pronunciado y característico, tanto que algunos la consideran, aunque muy dulce, casi insípida. 
Resulta valiosa para mezclar con mieles obscuras y de sabores fuertes. 
La granulación, que generalmente no tarda en presentarse, tiene lugar en forma de granos finos. 
La cera o los panales hechos durante la época que las abejas han trabajado sobre esta planta, son de un color muy pálido.
Esta adelfilla produce polen en gran abundancia, el cual es siempre muy visible cuando lo trasportan las abejas a causa de su color azul. 

domingo, 26 de marzo de 2017

Zarzamora

Zarzamora Rubus ulmifolius

La zarzamora es una útil planta para las abejas, tanto si se trata de la zarza común de las cercas y campos o una de las especies cultivadas en huertas.
La floración tiene su época hacia finales de primavera y los comienzos del verano.
La zarza silvestre crece y florece abundantemente en casi cualquier terreno, lo mismo calizo, que pobre y arenoso, rico de aluvión o arcilloso, y nunca deja de ejercer su atracción sobre la abeja .
Las flores de la zarza nacen en los largos brotes principales o en los vástagos cortos laterales, generalmente en gran abundancia y durante un dilatado período de tiempo.
Es cosa corriente ver capullos, flores, frutos verdes, a medio madurar y completamente maduros, a la vez y en la misma planta, lo que aumenta grandemente el atractivo de esta planta. Lo que hace en gran parte a la zarza de valor e interés para la apicultura, es su largo período de floración, que puede extenderse a varios meses.
La miel es densa y granula con lentitud, sin embargo, como planta melífera, resulta inferior a su pariente próximo, el frambuesa, el cual da una miel mucho más fina.


Espino albar

Espino albar Crataegus monogyna

El espino albar o majuelo es un arbusto muy común; sus bonitas y fuertemente olorosas flores blancas, que aparecen de abril a junio, son familiares a todo el mundo. 
Dista mucho de ser una planta molesta y vegeta al sol o a la sombra y en toda clase de terrenos, excepto los turbosos ácidos, en los que no medra. Con frecuencia es el único arbusto que se ve en los pastos, donde en ocasiones abunda excepcionalmente para el gusto del agricultor. Sus cualidades como planta para setos están bien reconocidas y como valla o defensa natural para campos y cultivos, resulta insuperable.
Como planta apícola el espino albar es notoriamente inconstante, pues unas temporadas es un excelente manadero de néctar, pero no otras, o en unas comarcas sí y en otras no.
Cuando se presenta el flujo nectáreo del espino albar es, por lo general, muy rápido, pudiéndose apreciar en la colmena el olor de las flores mientras las abejas transportan el néctar a los panales.
Las numerosas formas ornamentales de espino con flores rojas o rosadas también atraen a las abejas si son de flores sencillas, pero no cuando se trata de variedades de flor doble.
La miel del espino albar es de muy buena calidad.
Normalmente suele ser de color ámbar obscuro, muy espesa y de un rico y apetitoso sabor. Debido a su apariencia, esto es, a su color obscuro y densidad, se ha confundido a esta miel con la de brezo. Usualmente no es clara o brillante y en ocasiones tiene un matiz verdoso que mengua su aspecto. El sabor se ha descrito de varias formas, aunque siempre favorablemente, tales como un exquisito sabor a nueces o parecido al de almendra.
Las flores de este espino corrientemente aparecen cuando ya están abiertas las del manzano, pero algunos años florecen a la vez. La miel resultante, o sea, una mezcla de manzano y espino albar, cuando se puede obtener, se considera como una de las del sabor más fino que pueda desearse.

El polen, blanquecino pálido, del espino albar es recogido en abundancia por las abejas y con frecuencia se le halla en la miel. Los granos, vistos al microscopio, son semejantes a los del polen de manzano y rosal.

Mostaza de campo

Mostaza de campo Sinapis arvensis

La mostaza silvestre a la par que es una valiosa planta melífera, es una de las más molestas y persistentes malas hierbas contra las que ha de luchar el agricultor.

Sus brillantes flores amarillas son, con frecuencia, excesivamente visibles en los maizales durante los meses de verano. Además de disminuir la cosecha de maíz, alberga el organismo productor de la roya blanca de los nabos y otras crucíferas.

Florece de marzo a septiembre.

Las semillas pueden permanecer enterradas durante muchos años y germinar repentinamente cuando, al arar el terreno, quedan cerca de la superficie, es por esto que, a veces, cuando se aran viejos pastos aparece la mostaza silvestre con profusión, pues las semillas estaban dormidas o en estado latente en el terreno desde que se labró por última vez. 

En los campos en barbecho llega a dominar esta planta en forma tal que, siendo una alegría para el apicultor, constituye la desesperación del agricultor.

La miel que se obtiene de la mostaza silvestre es de una excelente calidad, de un color brillante, desde incolora a ámbar pálido y de sabor suave. Cuando fresca y reciente puede tener un ligero sabor picante que recuerda a la mostaza y que deja una débil sensación de ardor después de probarla, pero esto desaparece a medida que la miel madura. 

En esta miel, la característica más notable, es la rapidez con que granula, pues, expuesta a la luz puede incluso hacerlo en tres días, y con frecuencia lo hace mientras permanece en la colmena. Por estos motivos debe siempre extraerse sin demora; si se deja unos días en el ex tractor puede endurecerse, con la consiguiente y desagradable sorpresa del apicultor cuando lo descubre.

Este carácter de rápida solidificación resulta de utilidad cuando se necesita una miel sólida en pequeña cantidad. También es útil para mezclar a otras mieles líquidas con objeto de hacerlas granular. Añadiendo a la miel de trébol blanco una pequeña cantidad de ésta se obtiene un producto de gran calidad, de color blanco puro y casi sólido.

Esparceta

Esparceta Onobrychis sativa

Donde quiera que se cultive constituye una segura planta nectárea y una buena fuente de miel.
La esparceta común es una planta vivaz, o sea de larga vida, pero generalmente sólo florece una vez cada temporada.
La primera floración de la esparceta generalmente aparece en mayo, durando aproximadamente diez o quince días la secreción nectárea.
Las flores de la esparceta son de color rosado y un campo en plena floración es un espectáculo muy agradable.
Tan pronto como en un campo aparece la primera nota de color, que es cuando abren los primeros capullos inferiores de los ramos florales, se verá trabajar a las abejas recogiendo néctar y polen, y tanto es su afán, que desprecian otros productores de néctar así que pueden obtener el de la esparceta. 
Las flores segregan el néctar en abundancia, secreción que continúa incluso a temperaturas bastante bajas. La forma de la flor y el mecanismo de la secreción es igual a los del trébol blanco y meliloto.
La miel de esparceta es de un tipo y clase muy característicos; su color es amarillo intenso y brillante y con un aroma y sabor peculiares. Cuando en la colmena está llena de miel reciente, ésta es de un olor desagradable, si bien este carácter desaparece pronto.
Muchos son los que consideran a esta miel como una verdadera golosina, considerándola como la mejor entre todas, pero otros no opinan así a causa de su aroma.
Los panales hechos con cera segregada durante el tiempo de floración de la esparceta son de un hermoso color amarillo pálido. Las maderas de la colmena y cuadros tampoco es raro que queden teñidos del mismo color.

Se atribuye esto al aceite que contiene el polen, que hace que a las patas de las abejas se adhieran partículas de propóleos, que luego quedan sobre la madera, pues el polen amarillo pardusco de la esparceta es de una excepcional naturaleza oleosa.

Cerezo

Cerezo Prunus cerasus:

El cerezo pertenece al mismo género que el almendro y el ciruelo, siendo muy semejante la estructura y forma de su flor. 
La abeja desempeña una parte primordial en la polinización del cerezo.
Las abejas obtienen de las flores polen y néctar en abundancia, siempre que el tiempo les sea propicio.
En muchas partes los cerezos abundan tan sólo en una cantidad que constituyen una útil fuente secundaria de néctar, que resulta valiosa por cuanto ayuda y fortalece a las colmenas en espera de la más importante floración del año, que tiene lugar más tarde. No obstante, contribuye junto con otros frutales al rendimiento de miel de árbol que se obtiene en muchas partes y en temporadas favorables.
Los cerezos silvestres que en algunos lugares abundan bastante, son de igual valor para la abeja.
El cerezo de flor o japonés (de flor Sencilla), que ahora se cultiva extensamente como planta de jardín y en arbolados de calles, es buena como planta apícola, y en ella con gusto trabajan las abejas recogiendo polen y néctar. 
Los guindos, que se diferencia de los cerezos dulces en los caracteres de sus flores además de los frutos, son también buenos proveedores de polen y néctar. 


Ciruelo

Ciruelo Prunus domestica

Las flores del ciruelo exhiben una amplia gama de tamaños y formas entre las distintas variedades, floreciendo algunas con mucha antelación a otras. 
Entre las variedades que florecen más tempranamente y las que lo hacen más tarde suelen mediar un mes, siendo unas tres semanas lo que dura la época de floración, que depende, además del tiempo que haga y de la variedad de árbol de que se trate.
La mayoría de los años a mediados de marzo ya se ven en flor muchas variedades de ciruelo.
Las flores hacen su aparición antes que las hojas, siendo la vida de cada .flor, desde que se abre el capullo hasta que caen los pétalos, una semana sobre poco más o menos.
Las abejas, cuando pueden escoger, muestran su preferencia por la flor del ciruelo, más que por la del peral o del grosellero.


El polen del ciruelo es muy parecido al del cerezo, pero sus granos son de un tamaño considerablemente mayor.

Naranjo

Naranjo Citrus sinensis

El naranjo prefiere los terrenos sueltos y ligeros y, sobre todo, silíceos; es un árbol un tanto delicado, perjudicándole mucho las heladas frecuentes. 
Sus variedades cultivadas son muchas, pues de las dos originales, agrio y dulce, por selección y cruces se han formado en número considerable, principalmente del último.
La flor del naranjo y limonero, la llamada flor de azahar, de color blanco y aroma penetrante, es de tipo abierto y no ofrece dificultad alguna para el trabajo de las abejas, que así recogen el abundante néctar que se les ofrece.
La miel de azahar que las abejas elaboran con el néctar de estas flores constituye una clase o tipo especial y propio, gracias a su aroma y por su claro color y granulación característica.
Los naranjos florecen principalmente en los meses de abril y mayo; en este aspecto, y considerados particularmente, quizá el limonero pudiera ser de más importancia para el apicultor, pues su floración es progresiva y viene a durar casi todo el año, pues frecuente es ver a estos árboles con flores y con frutos verdes y maduros a la vez.
No obstante, por la intensidad de cultivo y por la floración, es mayor la importancia de los naranjos.

Manzano

Manzano Malus domestica

Se puede considerar al manzano, entre todos los árboles frutales, el mejor como productor de néctar y polen.
La floración comienza de abril a mayo, según la temporada y comarca, y cuando abundan lo bastante y el tiempo es favorable, puede obtenerse un rendimiento de miel, la cual es, y por lo general, de un color ámbar claro y de buena densidad y sabor.
Al madurar y envejecer, granula, pero no con rapidez. 
Tiene un gran valor la flor del manzano y su flujo nectáreo para las abejas, pues un buen estímulo para la cría.
Hay bastante diferencia en las épocas en que empiezan a florecer las distintas variedades de manzano, pues puede haber una diferencia de un mes, las flores duran unas dos semanas.
El tiempo que haga a primeros de marzo, templado o frío, tiene una importancia directa en el adelanto o retraso con que se presente la flor. 
La flor del manzano, lo mismo que la de muchos otros frutales de las rosáceas, es de las de tipo abierto, estando e! néctar muy expuesto a ser arrastrado por la lluvia o sensiblemente diluido por el rocío.
Los manzanos silvestres y los de flor son, probablemente, tan útiles plantas apícolas corno las clases culinarias o de mesa y a ellos acuden las abejas para libar su néctar o recoger su polen.
El manzano produce polen generosamente, el cual es de un color amarillo pálido con un ligero tinte verdoso cuando se acumula en los cestillos de las abejas obreras.

miércoles, 22 de marzo de 2017

Brezo común

Brezo común Calluna vulgaris

Aunque el brezo está en flor prácticamente casi todo el año, corresponde su máxima floración a los meses de verano, hasta septiembre y octubre. Las flores son muy pequeñas, alcanzando la corola solamente una longitud de dos a tres milímetros.
El néctar se halla oculto en la base de la flor y es segregado por ocho finos abultamientos o nectarios que están situados entre las bases de los estambres.
Normalmente la flor de brezo segrega néctar a temperaturas demasiado bajas, probablemente inferiores a las que las abejas necesitan para volar.
Se considera a la miel de brezo como un mal alimento para las abejas, y propensa a producir disenterías a causa de su elevado contenido en proteínas o gran cantidad de polen que tiene, el cual se acumula en el intestino del insecto, que no siempre puede evacuar durante los fríos meses de invierno.
La miel de brezo constituye por sí misma una clase, pues posee muchas características que la distinguen de otras mieles, tanto es así, que es muy solicitada y por muchos es considerada como la mejor de todas, alcanzando precios más elevados que otra miel, aunque, no obstante, algunos paladares no gustan de ella por su fuerte sabor.
Su color es obscuro o castaño rojizo de un matiz un tanto brillante, y una infinidad de burbujas de aire que se han introducido durante el prensado le confieren un aspecto peculiar.
La auténtica miel de brezo no granula, pero sí puede hacerlo si está mezclada con otra miel, incluso la del brezo gris (Erica cinerea), que usualmente se halla en los brezales. El sabor y aroma son muy especiales y si un recipiente con buena miel de brezo se destapa en una habitación caliente, pronto podrá notarse su olor.



Tilo de hoja pequeña


Tilo de hoja pequeña Tilia cordata

Se caracteriza por sus hojas de menor tamaño, y por sus flores, que no están todas en posición colgante por lo que es más fácil que su néctar resulte inutilizado o estropeado por la lluvia.
Florece entre junio y agosto, más tardíamente que los otros tilos y es el de más importancia, para la miel.
La intensa fragancia de un tilo en flor es muy conocida y recuerda, incluso, la de la miel, pudiendo notarse a bastante distancia del árbol.
Los sépalos pueden estar sólo humedecidos de néctar, pero a veces, como sucede en mañanas de calor bochornoso, la secreción es copiosa y el néctar se reúne en grandes gotas que se ven brillar en las flores. Sacudiendo una rama en estas condiciones se produce una lluvia de néctar.
Cuando la abeja trabaja en una flor de tilo, sobre todo cuando sólo se halla humedecida, pasa el extremo de su lengüeta por todo el interior del sépalo, esto es, lame su superficie, extrayendo así las más mínimas cantidades de néctar. Esto puede verse fácilmente, dada la naturaleza transparente del sépalo, mirando por encima de la flor. Ocurre a veces que una abeja se para sobre una flor que, evidentemente, tiene néctar y sin embargo pasa a otra flor sin recoger nada; esto se debe a que la concentración del azúcar varía en las diferentes flores.
La miel de tilo es muy apreciada por la mayoría de la gente, a pesar de su característico sabor, que generalmente se describe como parecido al de la menta, es de un color ámbar claro con un tinte verdoso, que puede ser debido a pequeñas cantidades de mielada, que siempre, en cierta cantidad, se halla sobre las hojas de los tilos. Sin embargo, su densidad no es muy buena ya que esta miel siempre es algo clara o (aguada). Al cabo de unos meses cristaliza en finos y suaves granos.
Se ha probado que la mielada de tilo puede ser algo tóxica para las abejas.
También las flores de algunas especies de tilo (por ejemplo, T. petiolaris, T. tomentosa, T. orbicularis) pueden tener un efecto perjudicial sobre las abejas, puesto que no es raro hallar muchas muertas o moribundas bajo estos árboles. 

Trébol común

Trébol común Trifolium pratense

Vive en prados de siega, aunque también aparece en los cultivos abandonados y bordes de caminos, en suelos generalmente frescos, arcillosos y profundos, tanto en sustratos ácidos como calcáreos, desde el nivel del mar a los 2600 m.
Florece todo el año, pero con mayor intensidad entre abril hasta octubre.
No ocupa un lugar preeminente como planta melífera ya que sólo en condiciones especiales o excepcionales es capaz la abeja de libar el néctar de sus grandes flores, las cuales son rojas o violadas, pero las cabezuelas florales son muy parecidas a las del trébol blanco, del cual puede distinguirse cuando no está en flor, por la mancha blanca, en forma de herradura, que presentan las hojas en su cara interna o envés.
Si las condiciones son apropiadas las abejas pueden trabajar recogiendo néctar y también pueden visitar las flores únicamente por el polen. El tubo de la flor por término medio viene a tener 9,6 mm y se estima que la abeja, como promedio, es capaz de alcanzar 7,9 mm; por esto el néctar tiene que llegar hasta 1, 7 mm o más para que resulte aprovechable.
Después de una noche de abundante rocío, lo que origina una absorción de agua por el néctar y como consecuencia aumenta su nivel dentro del tubo de la corola, lo cual puede ser suficiente para ponerlo al alcance de la abeja.
La miel obtenida del trébol común es de gran calidad y tiene las mismas características que la del trébol blanco, pero puede granular con mayor rapidez.


martes, 21 de marzo de 2017

Diente de león

Diente de león Taraxacum officinale

Es una de las plantas silvestres de más utilidad para los apicultores, ya que se la encuentra por todas partes y es asiduamente visitada por las abejas por su polen y néctar.
Puede vérsela en flor durante casi todo el año, pero florece en mayor abundancia a principios de temporada, antes de que aparezcan las flores de los frutales, precisamente cuando resulta de mayor importancia o valor al apicultor, sobre todo para el desarrollo de las crías. 
Se presenta con profusión en prados. de manera particular en terrenos calizos, pudiéndose ver los campos amarillos en la época de floración.
La miel de diente de león es de densidad variable y puede ser de un color amarillo obscuro o pálido. Cristaliza rápidamente, haciéndolo en granos gruesos; su sabor es fuerte, en particular cuando está fresca y el aroma es una reminiscencia del de la propia flor del diente de león, pero, a medida que la miel madura, va perdiéndose.
Como consecuencia, a los habituados a la miel de sabor suave, con frecuencia no gusta por su sabor fuerte.
El polen de sus flores es amarillo dorado pero puede parecer anaranjado fuerte en los canastillos de las abejas.
Por la noche y en tiempo nublado o lluvioso las cabezuelas se cierran, protegiendo así al polen y néctar e impide que sean arrastrados o estropeados por el rocío o la lluvia. La hora del día en que se abren las flores varía con la estación del año, haciéndolo mucho más temprano en pleno verano que en primavera y otoño.
Cuando el diente de león abunda en las cercanías de grandes huertas, puede ser un engorro y una molestia, ya que las abejas abandonarán con frecuencia las flores de los manzanos o perales en favor de las del diente de león, con detrimento de la polinización y correspondiente pérdida de fruta.
En muchos otros lugares es ésta una importante planta apícola o productora de miel.