Epilobio Epilobium
angustifolium
Es una buena planta para las abejas si los apicultores tienen la suerte de hallarse en zonas en
que existen abundantes manchas de esta planta.
Con sus espigas de
grandes flores rosadas, que aparecen hacia julio, es una de las
plantas del campo más visibles y bellas.
Las primeras flores en
abrir son las inferiores de la espiga floral y cuando las de la cima
están ya a punto de abrirse, en la parte inferior han madurado las
vainas con las semillas, habiéndose formado otros tallos florales
secundarios; esto es, en una misma planta pueden verse a un tiempo
capullos, flores y semillas.
Como tiene una larga época de floración
es, por tanto, capaz de dar una prolongada secreción melífera
cuando abunda lo suficiente.
La miel de epilobio o adelfilla
de hojas estrechas es de un color muy pálido, a veces completamente
incolora, y de buena densidad, pero sin ningún sabor pronunciado y
característico, tanto que algunos la consideran, aunque muy dulce,
casi insípida.
Resulta valiosa para mezclar con mieles obscuras y de
sabores fuertes.
La granulación, que generalmente no tarda en
presentarse, tiene lugar en forma de granos finos.
La cera o los
panales hechos durante la época que las abejas han trabajado sobre
esta planta, son de un color muy pálido.
Esta adelfilla produce
polen en gran abundancia, el cual es siempre muy visible cuando lo
trasportan las abejas a causa de su color azul.
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