Trébol común Trifolium pratense
Vive en prados de siega, aunque también aparece en los cultivos abandonados y bordes de caminos, en suelos generalmente frescos, arcillosos y profundos, tanto en sustratos ácidos como calcáreos, desde el nivel del mar a los 2600 m.
Florece todo el año, pero con mayor intensidad entre abril hasta octubre.
No
ocupa un lugar preeminente como planta melífera ya que sólo en
condiciones especiales o excepcionales es capaz la abeja de libar el
néctar de sus grandes flores, las cuales son rojas o violadas, pero
las cabezuelas florales son muy parecidas a las del trébol blanco,
del cual puede distinguirse cuando no está en flor, por la mancha
blanca, en forma de herradura, que presentan las hojas en su cara
interna o envés.
Si las condiciones son apropiadas las abejas pueden trabajar recogiendo
néctar y también pueden visitar las flores únicamente por el
polen. El tubo de la flor por término medio viene a tener 9,6 mm y
se estima que la abeja, como promedio, es capaz de alcanzar 7,9 mm;
por esto el néctar tiene que llegar hasta 1, 7 mm o más para que
resulte aprovechable.
Después de una noche de abundante rocío, lo que
origina una absorción de agua por el néctar y como consecuencia
aumenta su nivel dentro del tubo de la corola, lo cual puede ser
suficiente para ponerlo al alcance de la abeja.
La miel obtenida del
trébol común es de gran calidad y tiene las mismas
características que la del trébol blanco, pero puede
granular con mayor rapidez.
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