Arce Blanco Acer pseudoplatanus
Se halla éste en la actualidad muy extendido, de tal forma
que, gracias a sus semillas transportables por el viento y a la
facilidad con que el mismo se propaga, se considera un árbol
silvestre.
En algunos hayedos abunda tanto casi como las mismas
hayas.
De mayo a junio suelen aparecer sus colgantes racimos de
flores amarillo verdosas, que sólo duran de dos a tres semanas,
siendo así un período de floración breve, más a pesar de ello los
apicultores tienen en gran estima al arce por ser una buena fuente de
néctar y polen.
Este arce florece más
tardíamente que los otros arces.
En temporadas favorables y algunos
lugares, puede conseguirse una cosecha de miel excedente, la cual, es
normal que sea de un color ambarino que tira a verdoso; este matiz
verdoso se debe posiblemente a la mielada que es común hallar en las
hojas de este árbol.
El sabor de la miel
fresca no es, precisamente, de los mejores, incluso sabe a rancio
según opinión de algunos, pero con el tiempo se va dulcificando y
mejorando. Es indudable que tanto el sabor como el color con
frecuencia están perjudicados por la presencia de mielada. La
densidad generalmente es buena y la granulación, en granos gruesos,
lenta.
Las bolitas de polen son de color verde-amarillento.
Las bolitas de polen son de color verde-amarillento.
Las flores del arce, que
son aproximadamente del mismo tamaño que las del grosellero, se
hallan colocadas en largos racimos colgantes, en grupos de tres.
Usualmente la flor central es perfecta y fructifica dando semillas,
mientras que las dos laterales son sólo masculinas; éstas poseen
grandes estambres y los ovarios en rudimento o abortados. Las
semillas aladas germinan con gran facilidad pudiendo verse plantas
que crecen de todas formas y en sitios inesperados.
En situaciones favorables puede alcanzar grandes dimensiones,
habiéndose citado árboles de más de 30 metros de altura y 6 metros
de contorno en el tronco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario