Cardo (Cirsium arvense)
Aunque la mayoría de los cardos son malas
hierbas de los campos, pueden ser buenas plantas apícolas y suministrar néctar y polen
en abundancia.
Desde el punto de vista del apicultor, el cardo más importante
es el común y omnipresente cardo burrero, también conocido como abrepuños o cardo cundidor a causa
de su facultad de extenderse por medio de sus raíces rastreras. Esto lo puede
hacer con mucha rapidez y aumenta la dificultad que hay para extirparlo, pues
el menor trozo de raíz que quede en el suelo puede formar una nueva planta;
también se propaga por medio de semillas.
Ciertamente es una de las peores hierbas con que ha de
luchar el jardinero y el hortelano; se encuentra por todas partes y abunda
alrededor de los campos cultivados y pastos, sobre todo en los que sólo pacen ovejas. A veces
se apodera por completo de campos abandonados y terrenos incultos.
El cardo burrero viene a tener desde un palmo a más de un
metro, según sean las condiciones del terreno en que crezca, y florece de junio
en adelante dando unas cabezuelas rosadas, cada una de las cuales tiene un
centenar o más de flores individuales, o flósculos, que segregan abundante
néctar.
El tubo de estas florecitas es de ocho a doce milímetros de largo y
termina en una campana corta, a la que con bastante frecuencia llega el néctar que
llena la flor y así fácilmente lo consiguen las abejas, lo mismo que otros
insectos.
El polen, que es pegajoso lo recogen las abejas ansiosamente; los
granos que lo forman, vistos al microscopio, aparecen redondos y espinosos y con frecuencia se
encuentran en la miel.
En algunas regiones se puede obtener miel de esta planta que es de buena clase, de
color claro y excelente sabor, que sin menoscabo se puede comparar a la del
tilo y trébol.
En algunos cardos las flores son tan largas que el néctar ya
queda fuera del alcance de las abejas o sólo con dificultad pueden llegar a él.
Sin embargo, disponemos de gran variedad de cardos que proporcionan a las abejas un útil forraje, puesto que en ellos se ve trabajar a las abejas.
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