Castaño de Indias (Aesculus hippocastanum)
Es un árbol ornamental de gran porte, se
trata de una buena planta apícola con sus ramas de blancas flores que aparecen
de abril a mayo, en las que trabajan bien las abejas y obtienen néctar y polen.
El néctar es a veces perfectamente visible y lo segregan las
flores en su fondo, entre los estambres y las uñas, o inserciones, de los
pétalos superiores, donde queda protegido por pelos lanosos.
Las abejas, cuando trabajan en estas
flores, con frecuencia liba el néctar por un lado o desde el interior de la
flor. El néctar es primero de color amarillo, pero a medida que el polen disminuye se convierte en naranja y luego toma un tono rojo
obscuro.
La época de floración dura aproximadamente un mes, pero los pétalos siguen
en la flor, sin caer ni ponerse mustios, bastante después que los estambres se
han marchitado y ha cesado la secreción de néctar; puede verse entonces que las
abejas no hacen caso de las flores.
El polen de este árbol se distingue fácilmente por su color
llamativo, casi rojo ladrillo. Es corriente ver a las abejas llegar al colmenar con sus cestillos
cargados de polen pardo rojizo cuando los castaños de Indias están en flor; en
ocasiones las mismas abejas parece, a medida que van llegando con sus cargas,
que las hayan espolvoreado con polvo de ladrillo.
Se cultivan también otros diversos castaños caballunos que
parecen gozar del mismo favor por parte de las abejas, excepto, naturalmente,
las formas de flor doble.
La variedad temprana (praecox), cuyas hojas y flores
brotan unos dos meses antes que en la ordinaria, es interesante y debe de
tenerla en cuenta todo aquel que proyecte sembrar árboles para las abejas.
El castaño de Indias rojo (A: carnea,
un híbrido) se retrasa en su floración unos quince días, aproximadamente, con
respecto al común, y sus flores son muy visitadas.
Existen asimismo otras
variedades de este castaño, como el A. indica magnífico árbol del
Himalaya, no muy cultivado, aunque es bastante
resistente. Florece de veinte días a un mes más tarde
que el ordinario y así se constituye un proveedor de néctar y polen durante el verano.
El de California (A. cali/omica) aun
es de flor más tardía, julio y agosto, y sus flores reciben innumerables
visitas de abejas y abejorros. Se dice que en los lugares donde abunda constituye un contratiempo para los apicultores, debido al néctar que las abejas recogen de las flores de este árbol, ya que se dice que envenena a las abejas o que les causa parálisis.